Los tiempos de cambio, como el que estamos viviendo en estos momentos, son una gran oportunidad para trabajar en conocernos a nosotros mismos, pues estamos expuestos a nuevas experiencias. Esto nos lleva a conocer el potencial que tenemos, pero también a darnos cuenta de algunas verdades que pueden ser incómodas. Aunque todos sabemos que somos humanos y por lo tanto no somos perfectos; no nos gusta ver en lo que podemos mejorar, sin embargo, aceptar y tomar acción sobre estas áreas de oportunidad puede ser muy valioso para nuestro crecimiento personal.
Hace 3 años, tuve un momento donde experimenté grandes cambios que me ayudaron a darme cuenta de algunas de éstas verdades. Trabajaba en una compañía de tecnología liderando el programa “Haciendo Realidad tus Sueños”. Este programa lo lanzamos con mucho impulso en el 2014, sin embargo, con el tiempo no se fueron cumpliendo los indicadores propuestos. Sabía que tocaba hacer varios cambios estratégicos al programa, aunque los propuse, no logré venderlos de la mejor manera para que se pusieran en práctica.
Esto hacía que me enfocara simplemente en cumplir unas tareas, mas no en la consecución de los resultados propuestos. Realmente no estaba motivado, pues tenía claro que así no iba a lograr los objetivos. Sabía que debía hacer algo diferente, aunque estaba cómodo porque estaba recibiendo un sueldo mensual.
El año 2016 fue un año de muchos retos en ventas para la organización, era lógico pensar que para salvar a la compañía era necesario reducir el equipo de trabajo. Uno de los dueños de la empresa, tiene una hija con parálisis cerebral como yo, esto me tenía convencido de que, si era necesario terminar el contrato de varias personas, estaba seguro de que a mí no me iba a pasar nada. Aunque yo no estaba cumpliendo, la organización entendería que para una persona con discapacidad iba a ser muy difícil conseguir otro puesto.
Efectivamente, yo tenía razón; a principio del 2017, la empresa decidió terminar el contrato a varios miembros del equipo. Con lo que yo no contaba era que entre esas personas estaba mi nombre. Lógicamente la sorpresa para mí fue total cuando me despidieron, fueron momentos muy impactantes.
A raíz de esta situación, salieron a la luz un par de verdades, aunque podrían parecer obvias, realmente no era consciente de ellas. Darme cuenta de ellas, fue emocionalmente fuerte, sin embargo, cambiaron mi sistema de creencias lo que me permitió construir nuevas maneras de actuar.
La inclusión en lo negativo y en lo positivo.
Siempre hablamos que la inclusión laboral es un derecho, y las empresas deben contratar personas en condición de discapacidad.
Sin embargo, todos también tenemos deberes, y así cuando cualquier persona no cumple con sus responsabilidades, o hay un cambio de estructura como sucedió en esta organización, podemos ser despedidos. Dependiendo de la situación, la ley dirá si es con o sin justa causa.
Cuando una empresa debe hacer un recorte de personal como única forma de sobrevivir a una crisis, debemos tener claridad que uno también puede estar en este recorte, independientemente de su condición. Estaba recibiendo un trato igual al de mis compañeros.
Siempre hay que generar valor agregado
Una de mis creencias más fuertes, es que todo ser humano tiene un potencial, sin importar su condición y ahí uno puede aportar al entorno de una forma positiva, y así es como me gusta que me vean. Uno de los temas que siempre quiero mostrar, es que las personas con discapacidad, aunque tengamos algún tipo de limitación, tenemos toda la capacidad de ser productivos y aportar al entorno. Cuando estaba convencido que no iba a ser despedido, inconscientemente estaba vendiendo lo contrario; la organización me debe dejar en el puesto, no por lo que estoy aportando y por lo valioso, sino porque me tienen que hacer un favor debido a mi condición.
Independientemente de quienes somos, siempre debemos generar valor agregado a nuestro entorno y, cuando sintamos que no lo estamos haciendo, algo debemos cambiar.
Estos aprendizajes me apoyaron mucho para cambiar mis creencias y poder actuar de forma distinta. He tenido que seguir estudiando, buscar nuevas alianzas, exigirme aún más.
Esto me ha permitido generar nuevos productos que tengan un impacto positivo e importante en las necesidades del cliente, con lo que he podido construir proyectos donde tanto los clientes como yo quedamos altamente satisfechos con los resultados.
Hay que tener cuidado de irnos al extremo de sabotearnos con estas verdades al punto que podemos lastimar nuestra autoconfianza y quedarnos paralizados. La idea es obtener estos aprendizajes, cambiar nuestro sistema de creencias y tomar acción.
Casi siempre, estas verdades tienen como propósito incomodarnos, ponernos en aprietos y así generar el cambio. El cambio requiere mucha energía, para realizarlo, debemos tener una necesidad realmente significativa.
0 comentarios