TRANSFORMANDO NUESTRAS CREENCIAS

Transformar creencias

Daniel Herrera Reginatto

Fundador Mente On | Consultor en Desarrollo de Personas

  • 10+ años motivando e inspirando equipos
  • Maestría en curso en gerencia y desarrollo de personas
  • Coach de vida certificado
  • 5.000+ personas impactadas en conferencias y procesos

Hace unos años, lideré un proyecto en una empresa, donde el propósito era acompañar y apoyar a los colaboradores a alcanzar sus sueños personales.  El objetivo de una señora a quien en este artículo llamaremos María, era ser profesional. María, era reconocida por su compromiso y calidad de su trabajo y el apoyo a los miembros de su equipo. En este proyecto una de las actividades que realizábamos era hacer público sus objetivos con autorización de las personas, pues una de las creencias que teníamos en el programa era que, si otros conocían los sueños de sus compañeros, iban a poder aportar con ideas, contactos y colaborando.

En una reunión, María me manifestó que cuando sus compañeros conocieron su sueño le preguntaban, ¿cómo así que no es profesional?, y ella se sentía muy incomoda sabiendo que las otras personas se habían dado cuenta de que no era profesional, pues estaba pensando que no era valiosa por no tener un título universitario. 

Durante la conversación, analizamos cuál podría ser el origen de la pregunta de sus colegas. Una posibilidad era cuestionar su nivel académico, pero otra podría ser de admiración por su trabajo con calidad a pesar de no ser profesional. Ver la situación desde este otro punto de vista le permitió a María cambiar las creencias que tenía sobre ella, generando una mayor satisfacción por lo que estaba haciendo.

Esta anécdota muestra la importancia de hacer consciencia y trabajar en nuestras creencias.  Para esto, es necesario entender que son las creencias, como se forman y como se pueden trabajar.

¿Qué son las creencias?

Existe una realidad donde nosotros conectamos con ella a través de nuestros sentidos, sin embargo, nosotros no vemos la realidad tal y como es, sino que hacemos una interpretación de esa realidad.  La creencia es esa representación que hacemos, y que para nosotros se vuelve una verdad. Cada persona puede tener su propio punto de vista, es por eso por lo que puede haber distintas creencias sobre la misma situación.

Nosotros observamos la realidad a través de unas gafas que son nuestros filtros mentales, es decir nuestro sistema de creencias. Estas gafas solo nos permiten ver un pequeño pedazo de la realidad, pero para nosotros es el todo.  El problema es que generalmente no sabemos o se nos olvida que tenemos estos lentes.

¿Cómo se forman nuestras creencias?

Nuestras creencias se forman principalmente a partir de 2 fuentes: el contexto y lo que pensamos sobre nosotros.

Nacemos sabiendo muy poco, a medida que vamos creciendo vamos adquiriendo conocimiento a partir de lo de lo que nos enseñan las diferentes personas de nuestro entorno; los valores y que compartimos con nuestra familia y amigos, la educación que recibimos, las tradiciones y costumbres que hay en nuestra cultura, etc. A partir de este proceso, vamos incorporando a nuestra mente, las creencias que ya existen en el contexto.

Por otro lado, nuestras creencias también se forman de acuerdo, a lo que pensamos sobre nosotros mismos y lo que nos sucede. Volviendo al caso del principio, María tenia la creencia que no era lo suficiente valiosa por no ser profesional.

Las creencias pueden cambiar.

Nosotros adquirimos y creamos las creencias, por lo tanto, las podemos cambiar. Un ejemplo es que anteriormente el hombre pensaba que la Tierra estaba en el centro y el Sol giraba alrededor de la Tierra, pero en el siglo XVI llega Nicolás Copérnico y dice: eso no es así, la Tierra es la que gira alrededor del Sol. Hasta el momento es nuestra verdad.

Hace poco estaba leyendo un artículo publicado en 1970, que afirmaba que el fin único de las empresas era generar riqueza para sus accionistas, y que si el gerente o un funcionario hacia labores de responsabilidad social, estaba faltando a la ética, pues iba en contra de este fin. Los únicos que podían tomar una decisión de estas, eran los accionistas quienes son los dueños del capital. La labor social se realizaba pagando impuestos para que las entidades estatales pudieran cumplir con su responsabilidad de trabajar por la comunidad.  Hoy creemos que las organizaciones deben ser sostenibles y generar no solamente valor económico sino también ambiental y social.

Los dos ejemplos anteriores se refieren a creencias externas que aprendemos de nuestro entorno. Ahora me referiré a una interpretación personal. 

Uno de los factores que me ha sido muy útil en la vida, es que, a pesar de mi discapacidad, he podido a trabajar desde mis fortalezas. Esto me llevó a pensar en que había que ignorar nuestras debilidades y solo había que poner cuidado a nuestras fortalezas que son las que importan.

Lo que he venido aprendiendo en los últimos años, me ha hecho transformar esta creencia.  Hoy creo, que tanto las debilidades como las fortalezas son importantes conocerlas, pues son parte de nosotros. Aunque sigo pensando que hay que trabajar desde nuestras fortalezas, pues desde ahí es donde podemos construir nuestro potencial, hay que saber cuáles son nuestras sombras, gestionar aquellas que son indispensables para alcanzar nuestros propósitos, buscar los ajustes necesarios y aliarnos con personas que sean buenos en lo que para nosotros es difícil.

Creencias limitantes y creencias movilizadoras.

Hay creencias limitantes y movilizadoras. Las creencias limitantes son aquellas que nos encierran en nuestra forma de pensar, se convierten en una barrera para nuestro crecimiento y nos hace sentir pequeños frente a los desafíos. Por otro lado, las creencias movilizadoras nos invitan a pensar fuera de la caja, nos motiva y crean posibilidades. 

Mario Alonso Puig en el video adjunto nos menciona 3 creencias limitantes para dar pasos con confianza en la vida que la mayoría de la gente tiene y nos propone una estrategia para transformarla.

  • Creer que vivimos en un mundo hostil

Creemos que vivimos en un mundo lleno de desgracias, que el mundo está contra nosotros y vivimos defendiéndonos de las amenazas.  Puig nos invita a trabajar en la confianza, y a ver los contratiempos como pruebas que nos pone la vida para aprender algo nuevo. 

  • No saber que el mundo real es más benevolente que el mundo mental

La representación que hacemos de nosotros, de los otros y del mundo es más pobre que la realidad.  Cuando no sabemos esto, nos vamos a sentir incapaces, nos vamos a sentir pequeños ante los desafíos y no confiamos en nosotros mismos para atrevernos a luchar por nuestros sueños.

  • Desconocer que nuestros juicios no son realidad

Muchas veces nos juzgamos a nosotros mismos o a otros, lo hacemos sin conocer el contexto y esto hace que se vuelvan creencias limitantes, pues recordemos que nuestro sistema de creencias solo nos permite ver parte de la realidad.  En vez de juzgar, Puig nos invita a ser curiosos, a preguntar y a explorar para entender un poco más de la situación.

Ahora que sabemos que la creencia es simplemente una representación que hacemos de la realidad, la cual es posible transformarla y que hay unas que son limitantes y otras movilizadoras viene la pregunta:

¿Cómo hacemos para cambiar nuestras creencias?

El objetivo principal del coaching es que la persona con la que trabajamos es que él mismo descubra su máximo potencial y encuentro soluciones creativas para superar sus desafíos y alcance sus objetivos. Para eso, es importante hacer conciencia de su sistema de creencias y encontrar diferentes puntos de vista sobre las situaciones. Compartiré un par de estrategias que aprendí en el coaching y aplico en mi vida personal y en el trabajo. 

  • Yo creo

Una herramienta que aprendí de una de mis maestras de coaching y hoy, compañera de viaje en Mente ON, Carolina Navarro, para hacer consciencia de nuestras creencias es completar varias veces oraciones como:

Creo qué…

No creo que…

Yo soy…

Yo no soy…

  • Conversar con otros teniendo escucha activa.

Escuchar activamente no es simplemente estar en silencio y poner atención.  Podeos oír a la otra persona, pero en el fondo estamos pensando cómo defender nuestra idea y refutar la de la otra persona.

Conversar con otros teniendo escucha activa, es ser curioso y estar interesado en entender qué es lo que piensa y siente la otra persona y sus objetivos. Mas que estar en silencio, es tener un dialogo entre las diferentes personas con respeto sobre el tema con el propósito de construir. Esto nos da la posibilidad de escuchar diferentes versiones, cuestionar nuestras ideas y formar nuevas creencias y fortalecer las que ya teníamos.

Al igual como dice Albert Einstein “Lo importante es no dejar de hacerse preguntas”, debemos cuestionar nuestro sistema de creencias con el propósito de seguir creciendo como personas y encontrar nuevos puntos de vista que nos permita seguir construyendo.

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Daniel Herrera Reginatto

Fundador Mente On | Consultor en Desarrollo de Personas

1 Comentario

  1. Vilma Herrera

    Excelente enfoque sobre cómo cambiar creencias que es tan dificil reconocerlas y aceptar cuánto nos limitan cuando nos aferramos a ellas.gracias

    Responder

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