Los 3 de diciembre desde hace 29 años, se celebra el día internacional de la discapacidad a nivel mundial. Esta fecha fue declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992. Los días internacionales de la ONU son una oportunidad para pensar acerca de temas que son de importancia a nivel mundial y ejercer actividades de sensibilización y transformación. 

Hoy encuentro la oportunidad de exponer la evolución en las creencias que se ha tenido sobre la  discapacidad a través de los diferentes enfoques y por otro lado, realizar algunas reflexiones  desde las organizaciones, las familias y nosotros las personas en  condición de discapacidad, para tomar acción y seguir construyendo un mundo inclusivo donde se protejan los derechos de todas las personas y  podamos aportar desde nuestro potencial, que por cierto, todos tenemos independientemente de nuestras características. 

Enfoques de la discapacidad.

Por cuatro esquinitas de nada es un cuento en el que se presenta a un grupo de amigos jugando y todos son circulitos, excepto uno que es cuadradito. Todo iba bien hasta que deciden entrar a la casa, pero la puerta redonda está diseñada para que solo los circulitos puedan entrar y por lo tanto cuadradito no lo puede hacer. La pregunta es: ¿Qué hacer para que cuadradito pueda ingresar? 

Me gusta utilizar esta metáfora para explicar cada enfoque. 

Enfoque tradicional 

Cuando era pequeño, se pensaba que la única opción de educación era una escuela especial para personas en condición de discapacidad. En este enfoque la persona esta marginada de la sociedad. La persona con discapacidad genera lástima, es sobreprotegido pues sus capacidades son muy limitadas. Refiriendo al cuento, cuadradito no tiene porqué entrar a la casa, debe haber una casa para circulitos y otra especial para cuadraditos. 

Enfoque clínico 

Cuando se tiene discapacidad, lo primero que se busca son herramientas para disminuir las lesiones que se tienen, en mi caso tuve muchas terapias de lenguaje. En el enfoque clínico, se ve la discapacidad como una enfermedad y lo que se debe hacer es curarla a través de tratamientos médicos y rehabilitación. Se debe eliminar la discapacidad y normalizar a la persona.  En el cuento, deberíamos convertir a cuadradito en circulito para que pueda entrar a la casa.

Enfoque de derechos 

Por último, llega el enfoque de derechos, donde la persona antes de tener una discapacidad es un ciudadano con derechos y deberes. Aquí la discapacidad no es simplemente un problema de salud, sino una condición. Es decir, no tiene cura.  Cuadradito no podrá convertirse en circulito. 

Por otro lado, en los paradigmas anteriores la discapacidad depende en un 100% de la persona, ahora esto cambia, la discapacidad es una relación entre la persona y el contexto.  Lo propio de la persona es una limitación física, psíquica o sensorial, pero la discapacidad es producto de la relación de la limitación del individuo y el entorno.  

El entorno puede aumentar o disminuir la discapacidad de la persona. Podríamos decir que cuadradito tiene una discapacidad por su forma geométrica, pero también por la puerta de la casa.  Es decir, si se modifica la puerta, quitándole un pedazo en cada esquina como ellos proponen, se elimina la discapacidad.  

Una pregunta que puede surgir en este punto sería: ¿En el enfoque de derechos, la rehabilitación y los temas de salud dejan de tener sentido?, ¿no se deberían practicar? 

Como se mencionó, la discapacidad es producto de la relación entre la funcionalidad de la persona y el entorno. La rehabilitación y los diferentes tratamientos de salud siguen siendo importantes, al igual que para cualquier persona para disminuir las deficiencias. Sin embargo, el foco no debe ser eliminar la discapacidad, sino un proceso para mejorar la calidad de vida.  

Hay una conexión fuerte en la visión de la discapacidad desde los derechos y la inclusión social. La inclusión busca la participación de todas las personas en la sociedad desde el potencial de cada uno y el cumplimiento de los derechos que tenemos como ciudadanos.  

En el presente siglo, han habido grandes avances en esta materia. A nivel legal, en el 2006 la ONU aprobó la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, la cual fue aprobaba en Colombia en el 2013 mediante la ley 1618, lo que ha dado pie para leyes como el decreto 1421 del 2017 que reglamenta el marco de la educación educativa a la población con discapacidad, y la Ley 1996 del 2019 que elimina la interdicción.  Todo esto ha traído nuevas prácticas y casos de éxito a nivel de inclusión educativa, laboral y social.  Sin embargo, el trabajo no está todo hecho, todavía la mayoría de la población no tiene acceso a la educación ni a un trabajo digno.  

Debemos seguir trabajando fuerte en eliminar barreras, arquitectónicas, sociales y mentales desde todos los actores de interés para lograr el cumplimiento de los derechos y se logre la inclusión social de todas las personas con discapacidad.  Deseo compartir con ustedes algunas de las acciones que podemos realizar desde las organizaciones, las familias, y nosotros como personas con discapacidad. 

Desde las organizaciones 

• Contratar personas para resolver necesidades, en vez de contar con la persona y crear un cargo.  

Con la intención de trabajar en una política de responsabilidad social, la organización puede contratar una persona con discapacidad conocida, y luego buscar algunas tareas que pueda ejercer, sin embargo, esto puede generar una relación gana-pierde. Gana la persona porque es contratada, pero pierde la empresa porque la persona se vuelve un costo y no una inversión.  

Antes de contratar una persona con discapacidad, la organización debe tener claro el perfil del cargo y las necesidades que se quieren suplir, y recién después empezar a buscar un candidato que pueda aportar a la solución de lo que la empresa necesita. Todos los colaboradores independientemente de sus características deben agregar valor.  Ninguna persona debe ser indispensable, pero las funciones del cargo si, o por lo menos si se dejan de hacer, trae consecuencias para la empresa. 

• Trabaje en las fortalezas, para las debilidades busque ajustes razonables. 

Todas las personas tenemos fortalezas y debilidades, sin embargo, las debilidades de las personas con discapacidad son significativamente más notorias. Muchas veces trabajamos en lo que nos falta, sin embargo, debe ser tarea de un líder formar equipos conectando el talento de sus miembros.  En cuestiones de esfuerzo, tiempo y dinero es más económico utilizar ajustes razonables para el desempeño en los puestos de trabajo que dedicarse a eliminar las limitaciones. 

Los ajustes razonables son adecuaciones que le permiten a las personas con alguna limitación estar en igualdad de condiciones que otras.  Un ejemplo son las gafas; quienes tienen dificultades en la visión utilizan esta herramienta para ver igual que otras personas sin estas limitaciones.  Otros ajustes pueden ser modificaciones en horarios de trabajo, sillas diferentes o mejores herramientas para cuidar la salud de los empleados. 

Hoy en día hay organizaciones con experiencia en el acompañamiento en la inclusión laboral de personas con discapacidad, que acompañan los procesos de implementación de las adecuaciones para que las personas sean exitosas y agreguen valor a las organizaciones. 

Desde las familias 

• Educar con el propósito de construir un proyecto de vida con calidad.

Hace unos meses recibí una llamada de una profesora de pregrado, quien me quería hacer una consulta, una de sus amigas tiene un hijo con discapacidad, lo que le causaba a esta señora muchos miedos, porque ningún médico le asegura si va a poder caminar o si iba a poder estudiar.  

Recibir un hijo con discapacidad o adquirirla en el camino de la vida es algo que genera incertidumbre, hay mucho desconocimiento, nadie está preparado para adquirir una discapacidad o recibir un familiar con esta condición, por lo que es normal sentir miedo, angustia, frustración etc.  Aceptarlo, lleva tiempo y trabajo.  

Por otro lado, mientras estaba en la conversación, se me venía a la mente, que unas de las características de este mundo en constante cambio es la incertidumbre.  Yo empecé la universidad estudiando música con el propósito de dedicarme a la producción de audio, pero me gradué de ingeniería industrial, ahora trabajo en el área de desarrollo humano.  Mi mamá es arquitecta de profesión, pero dedicó los últimos 25 años a la docencia y a la inclusión educativa. Mas aún, sabemos que la tecnología, va a transformar muchas carreras y trabajos. No sabemos cómo nos estaremos desempeñando ni qué estaremos haciendo en 5 años.  

Volviendo al caso de la amiga de mi profesora, es poco probable que alguien le asegure si su hijo va a poder caminar y ser profesional.  Lo importante es que este niño y su familia, trabajen en equipo junto a su red social y profesional en estrategias para la construcción de su proyecto de vida con calidad, desde su condición, paso a paso.  Cuando nacemos no sabemos que vamos a estudiar como profesión, en mi caso la primera meta era encontrar un colegio donde pudiera desarrollarme y estudiar, una vez la cumplí nos preocupamos por la universidad, hoy mi objetivo es seguir fortaleciendo mi emprendimiento Mente ON.  A medida que se van cumpliendo las metas, van surgiendo   nuevas, sin embargo, el propósito de ir desarrollando un proyecto de vida con calidad se mantiene.   Cada persona es diferente y el contexto también, pero todos tienen la posibilidad de mejorar sus condiciones y la calidad de vida.  

Desde nosotros las personas con discapacidad 

• Preparémonos para aportar 

El Estado debe seguir trabajando por la protección de los derechos de las personas con discapacidad. Debe haber mayor acceso en las instituciones educativas y debe haber más oportunidades laborales para nosotros en condición de grupo vulnerable.  Sin embargo, nosotros como personas en condición de discapacidad debemos aportar a la consolidación de una sociedad inclusiva, no podemos olvidar que como ciudadanos tenemos derechos, pero también deberes. 

Si queremos tener un trabajo digno en una organización como cualquier persona, debemos estudiar y prepararnos constantemente para ser cada vez mejores y poder aportar a la organización. Hoy en día y cada vez más en el futuro debemos prepararnos constantemente, tengamos o no discapacidad.  

Una de las formas es la educación formal, el colegio, una carrera universitaria o una maestría, sin embargo, no es la única.  Hoy tenemos la ventaja de vivir en un mundo con mayor acceso a la información donde podemos encontrar en internet, cursos (gratuitos y pagos) online, podemos leer un buen libro etc.   

Entre más nos preparemos, estaremos en mejores condiciones para aportar a la empresa, podremos desempeñar un rol interesante y, por otro lado, nos sentiremos más valorado lo que aumenta nuestra satisfacción y nuestra calidad de vida. 

A principios de los 90s fue muy difícil encontrar un colegio que me diera la oportunidad de estudiar. En los primeros años de este siglo, me tocó llegar a un acuerdo, de ver media matrícula (una especie de semestre de prueba) para poder entrar a la universidad a estudiar el pregrado.  Hace año y medio logré entrar a estudiar la maestría y logré obtener una beca del 25% 

Con esto quiero hacer la reflexión, que, aunque hay mucho camino por recorrer, en mi caso personal en la educación he visto un avance importante a nivel de inclusión social y cumplimiento de derechos para las personas con discapacidad.  Esto me motiva con esperanza a seguir trabajando por una sociedad inclusiva y mejor para todos.