¿LA FELICIDAD ES RESPONSABILIDAD DEL INDIVIDUO O DE LA ORGANIZACIÓN?

Daniel Herrera Reginatto

Fundador Mente On | Consultor en Desarrollo de Personas

  • 10+ años motivando e inspirando equipos
  • Maestría en curso en gerencia y desarrollo de personas
  • Coach de vida certificado
  • 5.000+ personas impactadas en conferencias y procesos

Una reflexión desde la discapacidad.

Cada vez más son las empresas que han empezado a trabajar en construir una cultura de felicidad, hay diversos estudios que muestran que contar con empleados felices trae grandes beneficios a nivel organizacional. 

Por otra parte, el Dalai Lama, Desmond Tutu y Douglas Costa en El libro de la Alegría, mencionan que el propósito de la vida es encontrar la felicidad. “La principal fuente de felicidad está en nuestro interior, aunque muchas veces lo busquemos afuera, como en el dinero, el poder o el estatus social.” (Dalai Lama, Desmond, & Douglas, 2016)

De acuerdo con esto: ¿La felicidad es responsabilidad de cada persona, o la organización es quien debe encargarse de la felicidad? 

Para responder a esta pregunta, voy a referirme a la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, la cual afirma que la discapacidad depende de las características de la persona, pero también del entorno que pone los obstáculos que aumentan la dificultad para que la persona sea valorada en equidad y tenga la oportunidad de participar en la sociedad ejerciendo sus valores. 

De la misma manera, la felicidad se debe trabajar desde el interior de cada persona, sin embargo, el entorno tiene una influencia importante el bienestar y la calidad de vida de cada individuo, por lo que es esencial que las organizaciones construyan ambientes que favorezcan el desarrollo del bienestar y la calidad de vida de cada individuo. 

A continuación, compartiré algunos conceptos de algunos libros que he implementado para desarrollar la felicidad desde nuestro interior, y por otra parte, algunas estrategias de organizaciones que han trabajado para fortalecer su cultura de felicidad organizacional, profundizando en mi experiencia personal.   

Desarrollo de la Felicidad individual. 

Para trabajar la felicidad personal, me voy a referir al primero de los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz, El Juego Interior del Tennis y 2 de los 8 pilares de la alegría propuestos por el Dalai Lama y Desmond Tutu. 

El primero de los Cuatro Acuerdos de Miguel Ruiz

Quiero recordar una conversación que surgió en una cita médica y mencioné en un blog que escribí hace unos años. 

– ¿En que le puedo servir?– Me preguntó la médica.
– Le pido el favor me haga un certificado de discapacidad. – le contesté.
-¿De qué sufre?-
– De nada. –
La médica me miró queriendo decir: «¿ Y entonces?»
–Tengo Parálisis cerebral pero para mí, esto no es sufrimiento. – Le dije.

-Ser impecable con la palabra – es el primero de los cuatro acuerdos propuestos por el autor.    Se refiere a utilizar el lenguaje sin pecado, es decir sin hacerle daño a otros ni a nosotros mismos. Estoy convencido que la médica, se expresó “inconscientemente” como si la discapacidad fuera un sufrimiento, pues comúnmente así lo dice mucha gente, solo cayó en cuenta de esto al momento de oír mi respuesta.  

Uno de los desafíos que tenemos los seres humanos es tomar consciencia en la forma como utilizamos nuestras palabras, pues el lenguaje tiene un poder enorme ya que está muy conectado a la manera como pensamos y actuamos. 

El Juego Interior del Tenis – Tim Gallwey

Recuerdo que, en una clase de golf, hice un tiro malo, y le pregunté al profesor, ¿Qué hice mal?, y el profesor respondió:  No piense que hizo mal, ese tiro ya pasó, usted sabe cómo hacerlo bien, concéntrese, confíe y hágalo nuevamente.  

Este libro nos recuerda que constantemente estamos haciendo juicios de los hechos, lo que nos dificulta ver las cosas objetivamente sin una clasificación positiva o negativa, que nos llevan a tener una reacción emocional. Debemos confiar más en nosotros mismos, dejando a un lado nuestro crítico interno.  Esto nos ayudará a vivir en el presente, en el aquí y el ahora, el cual es otro de los mensajes del libro. 

La mente es imposible dejarla en blanco, debemos aprender a concentrarla en algo del presente.  Para lograr una mente concentrada, es importante que haya un interés que permita que estemos focalizados en nuestro propósito del momento teniendo la mente despejada. 

Los 8 pilares de la alegría.

El libro de alegría propone 8 pilares de la alegría de los cuales 4 son cualidades de la mente (perspectiva, humildad, humor, aceptación) y 4 son cualidades del corazón (perdón, gratitud, compasión y generosidad).  Nos enfocaremos en dos pilares del primer grupo:  perspectiva y aceptación. 

Perspectiva 

“Una perspectiva saludable constituye la base de la alegría y la felicidad, porque tal como vemos el mundo, así lo experimentamos. Cambiar la forma en que vemos el mundo transforma a su vez la manera en que sentimos y actuamos, al tiempo que cambia el mundo entero” (Dalai Lama, Desmond, & Douglas, 2016)

Muchas veces vemos la discapacidad como la debilidad evidente, cuando vemos una persona en silla de rueda, lo primero que se nos puede venir a la cabeza es que esta persona no puede caminar, cuando vemos a un ciego, nos decimos que esa persona no puede ver.  

Si, es verdad, las personas con discapacidad tenemos debilidades que son más notorias que las que tienen otras personas, sin embargo, también tenemos fortalezas. Muchas veces se trabaja en “curar” la discapacidad intentando eliminar las limitaciones y las debilidades. Sin embargo, la discapacidad no es una enfermedad de las cual uno se puede recuperar, sino que es una condición. Debemos construir con una perspectiva desde el desarrollo de las fortalezas y las posibilidades, de esta manera podremos potenciar nuestro talento y habilidades.  Muchas veces podemos encontrar ajustes razonables que nos ayuden a disminuir el impacto negativo de nuestra deficiencia y en un equipo puede haber personas con grandes fortalezas donde nosotros somos débiles.  

Aceptación

Alineado con esto, en los últimos años se ha intentado cambiar el término de la discapacidad para mostrar que tenemos capacidades, por términos como personas especiales, diversidad funcional, personas con capacidades diferentes, personas con disCAPACIDAD (capacidad en mayúscula), entre otros.  

Aunque como se mencionó anteriormente, la palabra tiene poder, estos términos aún siguen categorizando a las personas en un grupo aparte. Cuando decimos personas con capacidades diferentes, podemos pensar que todos somos diferentes y cada uno tiene unas capacidades particulares.  

Es importante seguir trabajando en una sociedad inclusiva donde todos nuestros derechos se cumplan, tengamos las mismas oportunidades de participación y se empiece a reconocer los talentos de las personas con discapacidad, no solo sus debilidades.  Una de las formas es siendo impecable con la palabra y hablando un lenguaje de posibilidad. Sin embargo, individualmente es importante trabajar en la aceptación de nuestra discapacidad. 

Algunas personas me han dicho, que no tengo discapacidad porque soy profesional, estoy cursando una maestría, puedo manejar carro y tocar piano.  Incluso, yo me he dicho que no tengo discapacidad algunas veces, o que soy menos “discapacitado” que otros.  

Sin embargo, como dice El Juego Interior del Tennis, hay que aprender a ver las cosas como son, sin emitir juicios. Debo aceptar que tengo unas limitaciones en la parte motora de mi cuerpo, principalmente en el habla que hace que se me dificultan algunas actividades, como hacerme entender cuando hablo, que me demoro más escribiendo o aprender a jugar golf  al mismo ritmo  que otros. Me ha tocado luchar para superar las barreras del entorno que me han dificultado aspectos como la entrada al colegio y la universidad, y participar en espacios sociales en igualdad de condiciones. Sin embargo, mi condición me ha enseñado a ser resiliente, a luchar por mis sueños, me ha permitido realizar el trabajo actual y me ha ayudado a construir Mente ON. La discapacidad es en lo bueno y en lo malo. 

Aceptar quienes somos nos ayudará a conocernos, a fortalecer nuestra autoestima, empezar a trabajar desde nuestras posibilidades y contar con los ajustes razonables con el propósito de mejorar nuestra calidad de vida. 

Desarrollo de la Felicidad en la organización. 

Para construir una cultura organizacional que facilite e incentive la felicidad de cada uno de sus colaboradores nos enfocaremos en los aprendizajes obtenidos de las organizaciones Zappos, Equitel y por último el concepto de Seguridad Psicológica de Anny Edmonson. 

Organización Equitel – Desarrollo de personas

Juan José Piedrahita CEO de la organización EQUITEL en su charla TEDx “Al que encontramos lo echamos”, nos habla de su cultura VIDA de felicidad. El gran pilar es el desarrollo de las personas, esto le permite hacer promesas difíciles de cumplir y lograrlas, deleitando sus clientes.

La organización trabaja el desarrollo de las personas desde las fortalezas, – eso que nos hace sentir bien. – Piedrahita afirma que “Cuando uno trabaja las debilidades logra se menos débil, cuando trabaja los talentos y fortalezas es más fuerte, pero cuando honramos las de otros, tengo socios.” 

Zappos – Valores fundamentales

Tony Hsieh, Fundador de Zappos.com en su libro “Delivering Happiness”, habla que uno de los elementos esenciales de su cultura son los valores fundamentales, los cuales fueron seleccionados desde los aportes de los empleados, al momento de definir su cultura. “Nosotros queríamos una lista de valores fundamentales que crearan compromiso y que estuviéramos dispuestos a usar para contratar o despedir empleados. Si no estábamos dispuestos a hacer eso, entonces en realidad no eran valores”. (Hsieh, 2010) Uno de los retos que tenía la compañía era realizar una mejora semanal a los valores fundamentales. 

Seguridad Psicología – Inclusión Social

Amy Edmonson en su TED, “Como convertir un grupo de extraños en un equipo”, afirma que los problemas que tenemos actualmente son complejos y no pueden ser resueltos por una persona o una organización.  Es indispensable que participen personas diversas en un entorno inclusivo donde muchas veces no se conocen entre ellos.  Para esto es importante desarrollar elementos como la humildad situacional, donde el líder no tiene la respuesta, la curiosidad y ambientes con seguridad psicológica.  Edmondson define la Seguridad Psicológica en el lugar de trabajo como “ambientes donde las personas pueden expresar abiertamente sus ideas, preguntas, preocupaciones y/o errores, sin sentir temor a sentirse humilladas o juzgadas. 

Como individuos tenemos la capacidad de evolucionar, desarrollar nuestros talentos y aprender a ser resiliente frente a los obstáculos que son inevitablemente parte de la vida.  Cada persona es diferente, y por lo tanto debe construir su propio camino para encontrar la felicidad, pero esta será posible encontrarla si se busca desde nuestro interior.  

Por otro lado, estamos en estrecha conexión con nuestro entorno, por lo que la organización, aunque no es directamente responsable de la felicidad cada individuo, indudablemente puede ser un impulsor o una barrera desde su cultura para el desarrollo de calidad de vida de cada uno de sus stakeholders.

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Daniel Herrera Reginatto

Fundador Mente On | Consultor en Desarrollo de Personas

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