Cuando mi hermana Sara era pequeña, tuvimos que poner tablas en los balcones y tornillos en las ventanas para que no se pudieran abrir. La razón es que las personas como Sara, que tienen Síndrome de Down, se demoran más tiempo en adquirir la conciencia del peligro. Ella podía tirarse de la baranda de un balcón porque no tenía susto. Esto era algo de mucho cuidado, y como familia nos tocaba estar muy pendiente de esto.
El miedo muchas veces es indispensable porque nos protege del peligro. “Emerson: El elemento que más batallas le ha ganado al ser humano, es el miedo” M.A. Puig. Muchas veces dejamos de trabajar en nuestros sueños, objetivos y metas, porque nos da miedo. Miedo a fracasar, preferimos dejarlo para después cuando estemos preparados. Nosotros sabemos que muchas veces nos paralizamos por temor.
Por lo tanto, ¿que es lo primero que pretendemos hacer? Intentar desaparecer el miedo, muchas veces negándolo. El cerebro no entiende el NO. Cuando intentamos no pensar en algo, paradójicamente pensamos más en eso. Por eso pareciera que negar el miedo no es una buena estrategia. Hoy quiero enfocarme en un miedo en específico. El Gremlin, ese crítico interno que tenemos todos. Que a veces nos dice cosas como “No soy capaz”, “no me lo merezco”, “siempre me pasa lo mismo, no saldrá bien” En el 2014 me invitaron a grabar una charla TEDx, yo ya llevaba varios años dando conferencias, sin embargo, después de aceptar salió mi Gremlin, “Donde yo me equivoque, no solamente la audiencia se va a dar cuenta, sino que además va a quedar grabado de por vida y todos tendrán la oportunidad de ver mis errores en Youtube”¿Volviendo al punto anterior, si la solución no es negar el miedo, que hacemos con el Gremlin?
Quiero compartirles una estrategia que trabajamos en las sesiones de coaching donde debemos hacernos amigos del Gremlin. Primero, debemos hacer conciencia de que el Gremlin existe. Pensemos, dónde está ese Gremlin, ¿En que parte del cuerpo? ¿Cómo se manifiesta? ¿Pongámosle un nombre?En mi caso, lo asocié con las mariposas en el estómago, por eso lo llamé Mariposa. Luego preguntémonos ¿de qué nos defiende este Gremlin? ¿De qué nos protege? ¿Que nos viene a enseñar? En mi caso, entendí que debía preparar este discurso mucho más que los otros. Así que solicité permiso de dar la charla a 3 grupos de la oficina diferentes y poderlo ensayar antes de grabarlo. Mariposa me impulsó a practicar y perfeccionar mi discurso. Ahora si podemos, transformar el mensaje negativo del Gremlin a un mensaje positivo.Podemos modificar “Mariposa me está generando pánico, me está predisponiendo a un fracaso que va a quedar grabado” por: “Mariposa me impulsa a tener muy preparada mi charla en un escenario tan importante como TEDx”Por último, debemos generar una alianza con nuestro amigo el Gremlin, debemos ocuparlo en alguna tarea. Enviarlo a hacer mercado, a responder las llamadas pendientes, que duerma una siesta por mí; así puedo trabajar en mis objetivos.
En mi caso, envié a Mariposa a tocar el piano. Les cuento que he tenido excelentes comentarios de mi charla TEDx: Viviendo en Modo ON. Para mí era muy satisfactorio cuando la gente me decía: “Me dejaste Viviendo en Modo ON”. Un gran apoyo fue mi amiga Mariposa. Así que los invito a revisar cómo se manifiesta su amigo, ponerle un nombre, revisar de que los defiende, estructurar su mensaje desde lo positivo y ponerlo a hacer una tarea.
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